domingo, 29 de marzo de 2020

5 minutos


5 minutos

Hace días que en el cielo
No hay nada más
Que un eterno azul

Hace días que el tiempo pasa y no pasa
Que las horas son más largas
Que nada se acaba

Aparecen palabras resoplando en el viento
Y como en cámara lenta
Un sueño
Un instante
Un segundo
Unos cuantos ruidos

La incertidumbre de que pasará

viernes, 27 de marzo de 2020

Nada se parece entre hoy y mañana....

Nada se parece entre hoy y mañana,
sin embargo todo permanecerá idéntico:
los meses durarán lo que duran los meses,
las horas del día darán la vuelta al reloj,
tú te volverás a conformar, una y otra vez,
luego, un día muy lejano, me vas a extrañar
y yo te tendré que decir, tristemente,
que te empecé a olvidar hace mucho tiempo,
que ya no recuerdo que te amo,
que ya nada me hace pensar en tus labios,
que te esperé pero luego no viniste,
que la felicidad me halló lejos de tus manos,
que las canciones dejaron de pertenecerte
y simplemente no volví a acordarme de ti.




Ian García Varona

miércoles, 18 de marzo de 2020

21 de marzo


21 de marzo

Primavera I

Sonaba el despertador,
tú, tú intentaste apagarlo.
Sentí tu mano
alejarse de mi manto,
no le atinabas
me lo decía la campana.
Te alejaste de mí,
aún más,
tratando posiblemente de desconectarlo.

Me dio frío,
sentí como mi tibieza
se perdía.

Al final lo lograste,
el despertador cesó,
tú le paraste,
prendiste el calentador
y mi corazón comenzaba
a tener un ritmo asincopado.

Gritaste algo indescifrable,
yo seguía en mi posición fetal.
Regresaste a la cama,
pero no,
no estabas ahí,
tú te fuiste
como se fue
la alarma
del despertador.

Primavera II

La toalla mojada
seguía en el suelo
cuando volví,
ya olía a humedad.
No quise apartarla.
Era mejor pensar que sí.
Era mejor pensar que no.
¿Era mejor pensar?

Primavera III

Antier volví a ver tu despertador,
seguía ahí,
tan negro,
tan tenebroso,
tan abandonado.

Sé que pensaste en volver por él,
sé que lo supuse.
Lo conecté otra vez
para tratar de sentirte.

Esa noche pasé mucho frío.

Primavera IV

Estuve gran parte de la tarde
viendo una pared
de
piedra volcánica.

Primavera V

Hoy toqué la puerta de tu casa,
me abrió un señor.
Que no te conoce.
Le dije que yo tampoco.

Primavera VI

Vendí nuestra casa,
vendí mi ropa,
mis libros,
tus joyas
y tus zapatos.
Pero no te preocupes,
la primavera
       y
el despertador
los tengo conmigo.

Primavera VII

Pusiste en duda esto.
Planché mi camisa
de algodón egipcio.
Saqué mi traje más
caro de la tintorería;
lo llevé el día
que pasó.
Me presenté tal
y como te hubiera
gustado a ti,
estaba en San Fernando
enfrente de la casa de La Abuela.

Subí dos pisos,
entré a la habitación.

Preparé café con pastas.
Era el único esperándote.
No aguanté mucho antes de romperme.

Primavera VIII

Seguí preguntándomelo
tanto tiempo.
Un día el despertador volvió
a sonar.
Me asusté, te lo he de confesar.
Subí.
Te volví a ver.

Primavera nueve.

No lo superé,
perdóname,

perdón, perdón.