Nos forjamos en la niebla
El sol nos despedazó
Apenas nos dimos cuenta
De las siluetas rotas
Que nuestras sombras
Dibujaban en el césped
Como estrellas de mar
La primavera nos escupió
Hechos jirones en el suelo
De catedrales vacías
Infinitas y ausentes de ti
Heridos de soledad
Los ecos de la noche
Precedieron a la muerte
Quise tomar tu mano
Encontré sólo el frío
Del viento que me cortó
El cuerpo con delicadeza
Quise renacer y no pude
Mis cenizas mancharon
Las grietas de las calles
Llenas de sodio y tierra
La raíz de nuestro árbol
Partió en dos el concreto
Exhalé una última vez
Me empapé del cielo
Y luego me desbaraté
Como un puñado de cal
-Ian