Nos abandonamos
Cuando la madrugada se partió en dos
Te miré fumar un rato
Pensé en siglos lejanos y en largos trenes
En la claridad de la medianoche
Y en el cigarro entre tus dedos
Luego la mañana dio paso a otro frío
Un frío impersonal y doloroso
Tú durmiendo en el asiento de pasajero
Yo mirando los callejones infinitos
Casi tan infinitos como los de tus sueños
Cuando el sol al fin nos acarició
No quedaba rastro de los pedazos
Que se me habían ido quedando
Entre canciones robadas
Te miré bajo el portal y no pensé en nada
Habría sido muy difícil pensar
-Ian