jueves, 10 de agosto de 2023

Kretek

Kretek


Trato de conservarte embotellada
 en los recuerdos y en las palabras,
pero en realidad no, eso es mentira,
te rehuyo, te reconstruyo como no fuiste,
en una fotografía desenfocada y azul,
un automóvil cubierto de escarcha,
una película italiana en blanco y negro

Ian García 
 
 
Entre piedras volcánicas y mortero
Vislumbre tu banca favorita
Trate de usar una vez más mi ilumificador gigante para alumbrar una muda desesperación
Ese mismo que siempre te negaste a usar por el miedo a quemarte
No tenía el más mínimo sentido
El desemboque obligatorio de inhalar todo este descarriado incendio controlado 
Resultaba solo una imperfecta e incuestionable excusa
Para que sin habernos nunca dado un beso supieras a qué sabía mi saliva
 
Que remoto suena ahora el rocío derramándose en todas las flores microscópicas que llenaban los desagües
O la dicha de nuestro compartido gusto masoquista derritiendo papilas gustativas
Desvaneciéndose quedan ahora nuestras proximidades a media luz adornadas con un poco de escarcha petrificada y ácida
Ese último estigma que se ganó tu ternura sigue ahí 
Temo que cuando sane por completo
Sanaré 
Temo que cuando olvide dónde paré la locomotora en las vías de Cuernavaca
Sanaré 
 
 
 
 
 

martes, 8 de agosto de 2023

Subcampeón

Subcampeón

Debería de haber una forma de que todo sea inmediato 
Debería de haber una forma de expresar el dominio de una lengua extranjera sin utilizar una gráfica de barras 
Sabrás todo lo que te extrañé cada que tomes un café sabor malta quemada
Cada que escuches a una banda que solo toca covers mediocres con un baterista falso
Cuando vuelvas a volar 
Tal vez con destino a Cancún 
Yo lo sabré
No importa el avión ni el modelo
Te veré desde la calle y lo identificaré solo señalándolo con el dedo
Aquí desde la ciudad
Escucharé siempre la misma canción que cantamos al unísono 
Aquí desde la ciudad 
Sabré que veremos los mismos destellos que alguna vez nos cobijaron 
Y espero que en tu próximo viaje
Uses el cinturón de seguridad de tu cachetona favorita 
Para que así nunca tenga que ponerle tu segundo nombre
A la hija que nunca tendré 
Al pájaro supersónico tragando piedras lo vi parado solo un poco arriba de tu pecho 
La lagartija sin cola corriendo a una caseta de vigilancia la viste tú 
Nunca me ha importado la muerte 
Ni siquiera cuando imaginé tu cuarto lleno de arlequines y elfos
Sé que exageré al llamarte egoísta
Mientras
Como un monje
Picoteaba todas esas hojas recién nacidas 
Cómo parar la película que se sigue grabando 
Cuando en las facturas de gastos de los últimos dos meses 
Puedo leer 
Que nunca fui el mejor en nada
Solo cuando se trataba de ti

sábado, 5 de agosto de 2023

Creo que ahora creo un poco en Dios (Incontable)

Creo que ahora creo un poco en Dios (Incontable) 


nuestros mejores días han pasado de moda
y ahora son
escarnio del bazar
Comidilla del polvo
en cualquier sótano

Pacheco


Justamente a las diez a eme 
Caminé por el última vez el corredor
Caminé por última vez contigo y a ciegas 
Los minutos siguientes
Fueron simplemente la espera 
La agonía
La casi peste
Y el rezar porque no vieras que tenía la piel chinita

No podría repetir nada de lo que se dijo en esa sala común 
Todas mis fuerzas las concentré
En no mirarte
En tratar de no ser deslumbrado por el sol de la media mañana 
Que se reflejaba por toda tu cubierta piel
Jamás he sentido la necesidad de llorar
Pero hay veces que la resolana 
Que salía de todos tus buenos momentos
Me helaba la sangre 

Antes de volver a caminar por ese pasillo ahora indescifrable 
Me aseguré de que mis letras temblorosas 
Quedarán grabadas 
En todos esos papeles fluorescentes
Donde repetí tantas cosas que te había dicho tantas veces
Y que creo profundamente
Antes de bajar me aseguré de que no me siguiera nadie 
Antes de bajar sabía que todo cambiaría 
Antes de bajar sabía que todo yo cambiaría 

¿Acaso asumiste que nos volveríamos a ver?
Mi vida entera se estaba convirtiendo
Aunque sea por un segundo 
En una neblina salada
Un alto vacío sin atmósfera 
Y tenía aroma a cebolla cruda 
Solo me sentía en el violento latir de mi corazón 
Que si hubiera hablado
No lo hubiera hecho
Hubiera gritado que saliera corriendo de ahí
 
Nuestro tercer adiós fue un abrazo sordo y golpeado 
Un ruido blanco clavado bien profundo en mis tímpanos
Casi como un soplido
Casi como un silbido entre dientes
De reojo logré percatarme que pasaron cinco minutos en el reloj de tu excomputadora
Me pareció 
Y por primera vez estoy seguro que a ti también
Que en cada minuto cabían setenta segundos
Que en cada segundo hubo al menos tres días 
Que en cada día cupo una estación 
Que probablemente está estación siempre fue el verano
Que en cada estación pasaba una década completa
Y en esta década los humanos jamás pudieron contar los años
Porque existías tu
Incontable

Ese abrazo que más que un abrazo
Fue como el último guitarrazo en un estadio a reventar 
De cualquier banda de rocanrol
Que valga la pena escuchar
Fue el té que ya no dejarías enlamarse durante todo el fin de semana en tu taza del mejor papá del mundo
Fue la bella violencia con la que viví nuestros últimos días
Fueron todos los momentos que se quedaron flotando en el hubiera

Por primera vez quería que esa sensación fantasma
Que siempre me queda cuando alguien me toca
Me durará días o semanas
O aunque sea minutos o segundos 
Pero como siempre que tú me tocabas
Inexplicablemente 
Se me iba 
Como la sal kosher que muelo en un molcajete cada semana 
Se me iba cómo tú te me fuiste 
Cómo se van las 
Piedras en un río
Cómo se va el agua
En mis manos 

Cómo en todas las buenas despedidas
Poco y nada se tiene que decir
Lo único que alcanzamos a decir fue lo rápido que latía mi corazón
Y lo mucho que siempre me han dolido las despedidas
Como en cualquier adiós 
Alguien tenía que decir un te quiero 
El tuyo fue una casi emboscada cuando estaba a punto de irme
El mío lamentablemente fue corredizo, doloroso y cobarde 
Porque tal vez estaba apunto de aprender a llorar

La esperanza de que la luna se vuelva a ver igual que esa noche 
La tortura de saber que estuviste ahí y no te pude ver 
Tantas veces
Tantas veces de
Nuestras primeras despedidas 
Y esas últimas palabras 
Fueron actos de puro dolor 

Lo único que me dejó un apice de cordura 
Fue comprobarlo 
¿Quién más, si no tu, podría haber cambiado la vida de tantas personas tan rápido?
¿Eres tú acaso humana? 
Porque esa calidez que emanabas
No
Déjame decirlo como lo mereces 
Esa calidez que se desprendía
Cómo el aroma del perfume más fresco pero al mismo tiempo el más sútil 
Te hacía ver casi divina

Yo que siempre pierdo 
Aun no me acostumbro
Y yo que nunca deseo 
Me enseñe contigo 

Esta calma amarga y ácida que me quedó 
Jamás se podrá curar
Así como este ardor en mi pecho
Jamás se irá
Pero al fin lo entendí
Creo que ahora creo un poco en Dios 
Y jamás te lo escribiré 
Solo me lo repetiré en un loop musical
- Sé que no me equivoqué -
- Sé que me arrepentiré -

Recuerda
Si algún día necesitas algo
Y me llamas
Yo vendré 
Corriendo