Creo que ahora creo un poco en Dios (Incontable)
nuestros mejores días han pasado de moda
y ahora son
escarnio del bazar
Comidilla del polvo
en cualquier sótano
Pacheco
Justamente a las diez a eme
Caminé por el última vez el corredor
Caminé por última vez contigo y a ciegas
Los minutos siguientes
Fueron simplemente la espera
La agonía
La casi peste
Y el rezar porque no vieras que tenía la piel chinita
No podría repetir nada de lo que se dijo en esa sala común
Todas mis fuerzas las concentré
En no mirarte
En tratar de no ser deslumbrado por el sol de la media mañana
Que se reflejaba por toda tu cubierta piel
Jamás he sentido la necesidad de llorar
Pero hay veces que la resolana
Que salía de todos tus buenos momentos
Me helaba la sangre
Antes de volver a caminar por ese pasillo ahora indescifrable
Me aseguré de que mis letras temblorosas
Quedarán grabadas
En todos esos papeles fluorescentes
Donde repetí tantas cosas que te había dicho tantas veces
Y que creo profundamente
Antes de bajar me aseguré de que no me siguiera nadie
Antes de bajar sabía que todo cambiaría
Antes de bajar sabía que todo yo cambiaría
¿Acaso asumiste que nos volveríamos a ver?
Mi vida entera se estaba convirtiendo
Aunque sea por un segundo
En una neblina salada
Un alto vacío sin atmósfera
Y tenía aroma a cebolla cruda
Solo me sentía en el violento latir de mi corazón
Que si hubiera hablado
No lo hubiera hecho
Hubiera gritado que saliera corriendo de ahí
Y tenía aroma a cebolla cruda
Solo me sentía en el violento latir de mi corazón
Que si hubiera hablado
No lo hubiera hecho
Hubiera gritado que saliera corriendo de ahí
Nuestro tercer adiós fue un abrazo sordo y golpeado
Un ruido blanco clavado bien profundo en mis tímpanos
Un ruido blanco clavado bien profundo en mis tímpanos
Casi como un soplido
Casi como un silbido entre dientes
De reojo logré percatarme que pasaron cinco minutos en el reloj de tu excomputadora
Me pareció
Y por primera vez estoy seguro que a ti también
Que en cada minuto cabían setenta segundos
Que en cada segundo hubo al menos tres días
Que en cada día cupo una estación
Que probablemente está estación siempre fue el verano
Que en cada estación pasaba una década completa
Y en esta década los humanos jamás pudieron contar los años
Porque existías tu
Incontable
De reojo logré percatarme que pasaron cinco minutos en el reloj de tu excomputadora
Me pareció
Y por primera vez estoy seguro que a ti también
Que en cada minuto cabían setenta segundos
Que en cada segundo hubo al menos tres días
Que en cada día cupo una estación
Que probablemente está estación siempre fue el verano
Que en cada estación pasaba una década completa
Y en esta década los humanos jamás pudieron contar los años
Porque existías tu
Incontable
Ese abrazo que más que un abrazo
Fue como el último guitarrazo en un estadio a reventar
De cualquier banda de rocanrol
Que valga la pena escuchar
Fue el té que ya no dejarías enlamarse durante todo el fin de semana en tu taza del mejor papá del mundo
Fue la bella violencia con la que viví nuestros últimos días
Fueron todos los momentos que se quedaron flotando en el hubiera
Por primera vez quería que esa sensación fantasma
Que siempre me queda cuando alguien me toca
Me durará días o semanas
O aunque sea minutos o segundos
Pero como siempre que tú me tocabas
Inexplicablemente
Se me iba
Como la sal kosher que muelo en un molcajete cada semana
Se me iba cómo tú te me fuiste
Cómo se van las
Piedras en un río
Cómo se va el agua
En mis manos
Cómo en todas las buenas despedidas
Poco y nada se tiene que decir
Lo único que alcanzamos a decir fue lo rápido que latía mi corazón
Y lo mucho que siempre me han dolido las despedidas
Como en cualquier adiós
Alguien tenía que decir un te quiero
El tuyo fue una casi emboscada cuando estaba a punto de irme
El mío lamentablemente fue corredizo, doloroso y cobarde
Porque tal vez estaba apunto de aprender a llorar
La esperanza de que la luna se vuelva a ver igual que esa noche
La tortura de saber que estuviste ahí y no te pude ver
Tantas veces
Tantas veces de
Nuestras primeras despedidas
Y esas últimas palabras
Fueron actos de puro dolor
Lo único que me dejó un apice de cordura
Fue comprobarlo
¿Quién más, si no tu, podría haber cambiado la vida de tantas personas tan rápido?
¿Eres tú acaso humana?
Porque esa calidez que emanabas
No
Déjame decirlo como lo mereces
Esa calidez que se desprendía
Cómo el aroma del perfume más fresco pero al mismo tiempo el más sútil
Te hacía ver casi divina
Yo que siempre pierdo
Aun no me acostumbro
Y yo que nunca deseo
Me enseñe contigo
Esta calma amarga y ácida que me quedó
Jamás se podrá curar
Así como este ardor en mi pecho
Jamás se irá
Pero al fin lo entendí
Creo que ahora creo un poco en Dios
Y jamás te lo escribiré
Solo me lo repetiré en un loop musical
- Sé que no me equivoqué -
- Sé que me arrepentiré -
Recuerda
Si algún día necesitas algo
Y me llamas
Yo vendré
Corriendo
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