Tres cuartos
Las raíces se convirtieron en piel
y mi manto en tus manos
termino por ser piedra blanca;
mármol contaminado y pútrido.
Estrellas fugaces que funcionan sólo
en el post-coito.
Enredaderas blancas que sólo
sirven de excusa al morbo.
Gritos que sólo indican el deseo de ver
fuegos artificiales que me mandan
al inicio incomodo,
resultado de una mirada de tres cuartos,
resultado de una mirada.
Resultado.
No figuremos,
no somos,
no seremos.
¿Puedes sentir a esos insectos veloces?
Sí, este vals incomodo llena miradas inconclusas.
y me asaltan por la noche
y me asaltan por la madrugada.
Yo no figuro ni trazo tu silueta,
no entierro ni perdono tu vista.
Yo no adulo ni delimito tu silueta,
soy y no soy un silencio seco.
Y se repite en un momento infinito
No tomes mi manto
que espina al instante.
No tomes mi mano
que espina.
Hay oportunidades que se pierden en el golpe de vista,
que se impulsan,
que transforman
y
que desaparecen
en el primer sorbo
de un café por la mañana.
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