jueves, 19 de mayo de 2016

Todos los caminos

Todos los caminos

Este camino que estoy siguiendo
conduce a tus brazos,
conduce a un bracero encendido
y a un lecho revuelto,
a tus ojos brillando en la mitad de la noche
y a un par de palabras que dicen menos que tus manos.

Este camino me lleva, poco a poco,
a un cálido viento de verano,
a tu ombligo por las mañanas,
y a tus dedos persiguiendo miradas,
a una montaña, tal vez,
y a un mar infinito, tus labios, tal vez.

Pero nos vamos descubriendo,
como acechando posos de agua,
como respirando un aire a pinos y sal,
dejando que en un instante
quepan todos los peros del mundo,
dejando que en un suspiro
se nos vayan todos los autobuses,

Y es que te he mirado, eso es todo,
y, presintiendo un quedo olor a flores,
te he dejado respirar entre mis manos,
cortándome la respiración,
pensando que esto debe ser
el color del cielo,
el sonido de un tren al partir,
el sabor de una mirada retrasada,
el temblor del todo al tocarnos.



Ian García Varona

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