martes, 31 de octubre de 2023

Lluvia de otoño

El cielo se mueve bajo nuestros pies

y yo, que no soy nada, muero de amor por ti,

salvajes como lluvia de otoño

nos conocimos en un mundo que estaba por nacer,

luego, cansados por la vigilia,

nos desconocimos como viento en el mar,

los siglos y las avenidas nos borraron el rostro,

lo único que quedó fue tu voz

y tu nombre como un eco en la memoria,

lo demás se desdibujó en atardeceres inhóspitos,

la ciudad cada vez más grande,

nuestros corazones cada vez más pequeños,

vencidos por el polvo de las calles

nos reencontramos en un mundo por desbaratarse,

tú no me reconociste, pero yo a ti sí,

me acerqué como si los siglos no hubieran pasado.

como si nuestras vidas aún significaran algo,

me recibiste, con ojos limpios, con labios secos,

me aferré a ti como una nube a una montaña,

ahora, protegidos por el aguacero,

nos encontramos unidos en el destierro,

me acerco a ti temblando, mis oídos sordos,

espero escuchar mi respiración rebotar

en los muros de hielo que deshacen la noche,

las flores de los árboles agonizan en el hervir de dios,

la vida se muere sobre nuestras cabezas,

el cielo se mueve bajo nuestros pies

y yo, que no soy nada, muero de amor por ti.



-Ian

No hay comentarios:

Publicar un comentario