sábado, 5 de octubre de 2024

Tal vez tu eres el mismo que yo

Nos deslizamos suaves entre la noche

La música bramando en el estéreo

Las llantas del auto casi suspendidas

Sobre el asfalto que se pinta del agua

De lluvia y de las luces rojas y naranjas

De la sombra urbana que nos devora

Pronto será la hora de las cosas rotas

En la que el día dará la vuelta sobre sí

Pero en tu rostro danzan las farolas

Y en tus ojos brilla la radiación azul

De una tarde neón olvidada años atrás

Y de las cosas que quedan por decir

En este silencio que quizá permanezca

Hasta que se nos rompan los dientes

Y las uñas de los pies se despostillen

En un intento desesperado por sanar

Aquello que nunca podrá ser sanado

Pero queda tu rostro afilado y tus ojos

Callados y tus labios con color a sal

Y aquella cosa indecible y aquel cielo

Que se rompe sobre nosotros ahora

Que la víspera está por desvanecerse

Sobre el auto que avanza indiferente

Entre las calles frías de un raro otoño

Que amanece temprano en los huesos

Y atardece tarde en avenidas vacías

En las que solos quedamos tú y yo

La música y el murmullo de la noche


-Ian

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