viernes, 27 de diciembre de 2024

No hay un solo lugar sano

No hay un solo lugar sano 

A veces siento que ya no estoy aquí 
Cuando de golpe me doy cuenta que han pasado más de dos semanas y sigo en la misma posición 
con todo mi peso apoyado ligeramente en mi pierna izquierda
tal cual me enseñaron los egipcios y los franceses

A veces siento que ya no estoy aquí 
Porque he deambulado sin rumbo y con chimeneas ahogándose
La podredumbre me persigue, me dicta todo lo que no he podido arreglar 
Es un golpe ficticio 
Una emancipación 
Una puerta de rieles automáticos que en mi presencia jamás se abrirá 

A veces siento que ya no estoy aquí 
Que mi vida está absorbida entre cuatro paredes 
con una pequeña puerta partida a la mitad 
que todos pueden abrir y nadie planea emparejar porque me tienen prohibida la entrada en el parnaso  

A veces siento que ya no estoy aquí 
Es pensar sin pensarte
Es saber que a donde sea que mire 
vea un esbozo de esos tiempos donde sabíamos que esos eran los días 
Pero ahora solo hay agujeros que dejaron las tachuelas donde fijamos esos cuadros

A veces siento que ya no estoy aquí 
Aunque cargo con nuestra vida en la cajuela de mi coche
Aunque los claroscuros me recuerden toda la poesía infundada 
Siento que llegará la hora 
el momento exacto 
donde me dirás 
casi como un soplido que quebraría las nubes de cristal 
casi como una hoja quebrándose
Yo ya no estoy aquí

lunes, 23 de diciembre de 2024

Todas las fiestas bajo el sol de medianoche

Nos manejamos en el ámbito de lo indescriptible

Un sol que anticipa el invierno

Muere en el horizonte antes del atardecer

Como asteroides en extremos opuestos del universo

Nos intuimos


Meses más tarde la noche es cerrada

Desprotegidos por un cielo sin estrellas

Que nunca acaba de oscurecerse

Rodeados de fantasmas me observas suavemente

Hasta ahora que todo ha parecido imposible

La normalidad nos cubre de un aroma agrio

Todo se mantiene ajeno y extraño

Como las ramas de las jacarandas de diciembre

No hay otro amor que nos pueda desgarrar

Ni otra autopista en la que volvernos a extraviar


Nos esculpimos en el arte de lo desconocido

No existen más arcoiris sobre la tierra

Quedamos sólo nosotros encorvados y marchitos

En las horas que van pintando la madrugada

Nos descubrimos


-Ian

jueves, 19 de diciembre de 2024

Refugio anti-bombas

Refugio anti-bombas

He de confesar 
Que picando quince kilos de apio en brunoise seguí pensando en ti 
No de formas inconexas y desbordadas
Tampoco racional y lógicamente 
Pensaba en que tal vez estabas bien así en ese podio de primer lugar 
Pensaba que igual y la culpa era toda mía por no darme cuenta a tiempo 
Pensaba en que seguramente yo me había equivocado en casi habértelo confiado todo 
Pero no
Se rompió lo que ni debía de existir 
Se acabó el descanso de nuestra geografía llena de puentes de cuerda y madera  
Se pudrió el lago muerto de mi poco llanto 
Y sobre todo me pudro yo 
El reflujo que me queda de saber que te hubiera aceptado todo (como los perros panza arriba) es mi impalpable refugio 
Estoy libre 
Estoy libre de nuestra libertad y me sabe a pura mierda 
Más tardó la luz en llenar la habitación de todas las ventanas rotas 
Que las diez horas con treinta y tres minutos que ya dura mi jornada laboral 
Es decir, 
de manera muy simple 
Ya no existo ni pienso ni te sigo entre la multitud 
Y de estar haciéndolo
Solo encontraría una apología de todos mis desaciertos

lunes, 16 de diciembre de 2024

Mal augurio (Viernes Trece)

Mal Augurio (Viernes Trece)  


En estas dos tazas semi llenas 

de un café terriblemente quemado 

Veo tus ojos reflejados en los propios míos

Y con Ezra Koening de fondo 

súbitamente lo he entendido todo 


Ya no habrá pequeños relatos abandonados en nuestro cuarto 

Ya no te veré fotografiándote frente a la Bliblioteca Central 

Siguiéndo otro asqueroso cliché 

Ya no sentiré tu carne derritiéndose en mi carne 

Ni terminaremos juntos leyendo a Sergio Mondragón por las noches 


Mismamente, lo que siempre estuvo y nunca conocí ahora vive solo en mi 

Y me lanza preguntas bajo la mesa 

¿Por qué mi amor es bajo?

¿Por qué mi amor es ilógico?

¿Que tiene tan malo?

¿Por qué es insuficiente?


Pero ahora abstraída de todo yo

Sigues viviendo en todas partes menos en el ahora, escarbando lo poco que queda aquí 

Yo sigo con esperanzas de que sigas en alguna parte 


Quedé reducido a la orilla de nuestra cama respetando el Feng Shui 

Ya no puedo ofrecerte la ultima cucharada del postre compartido 

Ojalá este sueño de fiebre sea que la terapia agnóstica no haya funcionado

Y yo siga siendo tu fiel creyente

miércoles, 11 de diciembre de 2024

Base de Socorros

Base de socorros 

Corazón cubierto de asbesto
Como es que la fuerza nuclear no evitó la catástrofe 
Nada quedó cubierto en napa 
Y ya nada se parece al inicio del fin del mundo 

Si hubiera estado escrito en papel con un perfecto gramaje, con tinta muerta y en arial doce
¿Ahí sí te hubiera importado? 
O ese mismo amor del que dices que no te hace falta
Te seguiría aterrando como tanto te has escudado 

Démosle las gracias a esta sobredosis de mercurio 
Que nos hizo conocerte como ni tú te conocías 
Que me hizo entender por qué odias mis bromas a destiempo 
Pero ahora quedó arruinada la poca diversión que no me pudiste confesar 
Y que te importaba tanto que esa fue tu solución a todo 

El concierto acústico quedará completamente vacío mientras
Con el tiempo seguiremos haciéndonos menos 
Mis sueños seguirán siendo tan terribles que seguiré sin recordarlos 
Tu seguirás con una voz muda que no reconocerá sus límites y que jamás pondrá el freno 
Y para que yo me quede sin este estado de alerta 
Tendré que destruirme completamente