No hay un solo lugar sano
A veces siento que ya no estoy aquí
Cuando de golpe me doy cuenta que han pasado más de dos semanas y sigo en la misma posición
con todo mi peso apoyado ligeramente en mi pierna izquierda
tal cual me enseñaron los egipcios y los franceses
A veces siento que ya no estoy aquí
Porque he deambulado sin rumbo y con chimeneas ahogándose
La podredumbre me persigue, me dicta todo lo que no he podido arreglar
Es un golpe ficticio
Una emancipación
Una puerta de rieles automáticos que en mi presencia jamás se abrirá
A veces siento que ya no estoy aquí
Que mi vida está absorbida entre cuatro paredes
con una pequeña puerta partida a la mitad
que todos pueden abrir y nadie planea emparejar porque me tienen prohibida la entrada en el parnaso
A veces siento que ya no estoy aquí
Es pensar sin pensarte
Es saber que a donde sea que mire
vea un esbozo de esos tiempos donde sabíamos que esos eran los días
Pero ahora solo hay agujeros que dejaron las tachuelas donde fijamos esos cuadros
A veces siento que ya no estoy aquí
Aunque cargo con nuestra vida en la cajuela de mi coche
Aunque los claroscuros me recuerden toda la poesía infundada
Siento que llegará la hora
el momento exacto
donde me dirás
casi como un soplido que quebraría las nubes de cristal
casi como una hoja quebrándose
Yo ya no estoy aquí
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