jueves, 19 de diciembre de 2024

Refugio anti-bombas

Refugio anti-bombas

He de confesar 
Que picando quince kilos de apio en brunoise seguí pensando en ti 
No de formas inconexas y desbordadas
Tampoco racional y lógicamente 
Pensaba en que tal vez estabas bien así en ese podio de primer lugar 
Pensaba que igual y la culpa era toda mía por no darme cuenta a tiempo 
Pensaba en que seguramente yo me había equivocado en casi habértelo confiado todo 
Pero no
Se rompió lo que ni debía de existir 
Se acabó el descanso de nuestra geografía llena de puentes de cuerda y madera  
Se pudrió el lago muerto de mi poco llanto 
Y sobre todo me pudro yo 
El reflujo que me queda de saber que te hubiera aceptado todo (como los perros panza arriba) es mi impalpable refugio 
Estoy libre 
Estoy libre de nuestra libertad y me sabe a pura mierda 
Más tardó la luz en llenar la habitación de todas las ventanas rotas 
Que las diez horas con treinta y tres minutos que ya dura mi jornada laboral 
Es decir, 
de manera muy simple 
Ya no existo ni pienso ni te sigo entre la multitud 
Y de estar haciéndolo
Solo encontraría una apología de todos mis desaciertos

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