Mal Augurio (Viernes Trece)
En estas dos tazas semi llenas
de un café terriblemente quemado
Veo tus ojos reflejados en los propios míos
Y con Ezra Koening de fondo
súbitamente lo he entendido todo
Ya no habrá pequeños relatos abandonados en nuestro cuarto
Ya no te veré fotografiándote frente a la Bliblioteca Central
Siguiéndo otro asqueroso cliché
Ya no sentiré tu carne derritiéndose en mi carne
Ni terminaremos juntos leyendo a Sergio Mondragón por las noches
Mismamente, lo que siempre estuvo y nunca conocí ahora vive solo en mi
Y me lanza preguntas bajo la mesa
¿Por qué mi amor es bajo?
¿Por qué mi amor es ilógico?
¿Que tiene tan malo?
¿Por qué es insuficiente?
Pero ahora abstraída de todo yo
Sigues viviendo en todas partes menos en el ahora, escarbando lo poco que queda aquí
Yo sigo con esperanzas de que sigas en alguna parte
Quedé reducido a la orilla de nuestra cama respetando el Feng Shui
Ya no puedo ofrecerte la ultima cucharada del postre compartido
Ojalá este sueño de fiebre sea que la terapia agnóstica no haya funcionado
Y yo siga siendo tu fiel creyente
No hay comentarios:
Publicar un comentario